Trastorno de la personalidad

Tratamientos para el trastorno de la personalidad

Excéntricos como Madonna, narcisistas como Donald Trump o compulsivos como David Beckham: los rasgos de personalidad llamativos no están reservados solo para las celebridades. Los trastornos de la personalidad también afectan a una proporción relativamente alta de la población general. Dependiendo del estudio científico, los expertos creen que entre el cinco y el doce por ciento de las personas tienen algún tipo de trastorno de la personalidad.

 

Cada personalidad es única

La personalidad de una persona se compone de multitud de características psicológicas y genéticas. Las diferentes características y composición de los rasgos de personalidad distinguen a las personas entre sí y aseguran la experiencia individual y única en cada persona.

Algunas de estas características y rasgos, como el temperamento o la apariencia, están genéticamente determinados por cada individuo. Las influencias externas como las experiencias, la crianza, el clima, el medio ambiente, etc. afectan a estas características a lo largo de la vida.

Las influencias durante la infancia y la adolescencia tienen especial efecto en el desarrollo de una personalidad.

 

¿Qué es un trastorno de la personalidad?

Consideramos que una persona tiene un trastorno de personalidad cuando, durante un largo período de tiempo (generalmente desde la infancia y la adolescencia), se comporta de manera significativamente diferente a lo que se considera la norma en situaciones comparables, es decir, el comportamiento de la mayoría de las otras personas en ese círculo social.

Un patrón de comportamiento rígido, inadaptado e inflexible se considera típico de un trastorno de la personalidad. Incluso cuando las consecuencias de este comportamiento son visiblemente negativas y dañinas para la persona, los patrones siempre se repiten de la misma manera.

Por ello, las personas con un trastorno de la personalidad carecen de la capacidad de aprender de sus propios errores y son incapaces de cambiar su comportamiento. Esto a menudo conduce al conflicto, así como al fracaso constante en los mismos obstáculos. Los sentimientos resultantes de incomprensión, insatisfacción, autodesprecio y sufrimiento también perjudican la calidad de vida.

 

Existen diferentes tipos de trastornos de la personalidad

Dependiendo de qué partes de la estructura de la personalidad sean más prominentes, los trastornos de la personalidad se clasifican en distintos tipos. Sin embargo, los límites entre ellos son flexibles, por lo que a menudo se produce la superposición. Por lo tanto, evitamos diagnosticar trastornos de la personalidad y preferimos hablar de rasgos de personalidad.

 

Tipos de trastorno de la personalidad

-Trastorno de personalidad emocionalmente inestable (límite)

-Trastorno narcisista (egocéntrico) de la personalidad

-Trastorno de personalidad dependiente (asténico)

-Trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad (OCPD)

-Trastorno evitativo de la personalidad

-Trastorno histriónico (asertivo) de la personalidad

-Trastorno de personalidad pasivo-agresivo (negativista)

 

Trastorno de personalidad emocionalmente inestable

El trastorno de personalidad emocionalmente inestable se caracteriza por una fuerte capacidad de cambio de sentimientos y emociones. Los afectados suelen sufrir de una falta o una gran reducción del control de los impulsos. Esto conduce a problemas para controlar y regular la tensión interna con los correspondientes arrebatos de ira o comportamiento autodestructivo. Dentro del trastorno de personalidad emocionalmente inestable, se hace una distinción entre la forma impulsiva y el tipo límite.

 

Síntomas del trastorno de personalidad emocionalmente inestable

 

Los signos típicos del trastorno de personalidad emocionalmente inestable, especialmente el tipo impulsivo, son

• A menudo acciones precipitadas, impulsivas, incontrolados sin tener en cuenta las posibles consecuencias.
• Una fuerte disposición para el conflicto.

 

El trastorno límite de la personalidad es claramente más complejo y, además de las características del tipo impulsivo, se manifiesta con una serie de otros síntomas, tales como

• Un estado emocional inestable y que cambia rápidamente: el odio, el amor, la ira, la tristeza y el miedo son rápidamente intercambiables.
• Autolesión (por ejemplo, quemarse o cortarse la piel con una maquinilla de afeitar) para sentirse mejor consigo mismo.
• La autoimagen está perturbada.
• Muchos tienen una sensación constante de vacío interior.
• Autodesprecio y autoodio.
• Pronunciados estados de tensión y ansiedad.
• Relaciones inestables e intensas.
• Fuerte miedo a ser abandonado.
• Comportamiento de alto riesgo que podría resultar en lesiones graves o la muerte.
• Pensamientos suicidas e intentos de suicidio.

 

Trastorno narcisista de la personalidad

El trastorno narcisista de la personalidad se caracteriza por una profunda alteración de la autoestima y una sensibilidad extrema a la crítica. Para compensar estos sentimientos aplastantes, los afectados se presentan exteriormente como exageradamente jactanciosos y auto-importantes hasta el punto de la megalomanía. Requieren excesiva atención, afirmación y reconocimiento de los demás. Sin embargo, muestran poca empatía a cambio. Para lograr sus propios objetivos, también están dispuestos a explotar, mentir y manipular a los demás. Esto a menudo conduce a multitud de conflictos a nivel interpersonal.

 

Síntomas del trastorno narcisista de la personalidad

 

Los signos que apuntan hacia el trastorno narcisista de la personalidad incluyen

• Egocentrismo masivo y comportamiento fuertemente egoísta.
• Exagerado sentido de auto-importancia, singularidad y poder.
• Codicia de reconocimiento y admiración.
• Explotación de otros para fines propios.
• Falta de empatía.
• Comportamiento fuertemente arrogante y autoritario.

 

Trastorno de personalidad dependiente (asténico)

Se habla de un trastorno asténico o dependiente de la personalidad cuando la persona en cuestión tiene una necesidad excesiva de ser atendida. Al mismo tiempo, a menudo hay un miedo extremo a ser abandonado. Para evitarlo por todos los medios, los afectados también están dispuestos a renunciar a su autodeterminación.

 

Síntomas del trastorno de personalidad dependiente (asténico)

 

Las características típicas que pueden indicar un trastorno de personalidad dependiente son:

• Poca confianza en sí mismo
• Tendencia a ser sumiso
• Comportamiento aferrado
• Sentirse completamente indefenso cuando está solo
• Fuerte adaptación a las necesidades de los demás
• Tímido para asumir responsabilidades y tomar decisiones propias
• Estado de ánimo a menudo deprimido
• Poca iniciativa
• Fuerte miedo a la separación
• Miedo exagerado a estar solo

 

Trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad (OCPD)

Las personas con un trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad actúan de manera excesivamente consciente en línea con reglas, órdenes y conceptos rígidos predefinidos. Las acciones a menudo se comprueban de forma repetida y en detalle para detectar posibles errores, en detrimento de la flexibilidad y, sobre todo, de la eficiencia.

Detrás de ello está el miedo a cometer errores. Dado que todo se revisa y se vuelve a verificar una y otra vez, los afectados necesitan demasiado tiempo incluso para tareas rutinarias simples. Para hacer el trabajo, a menudo sacrifican su tiempo libre y descuidan sus propias aficiones y necesidades. Como resultado, a menudo carecen del equilibrio y la relajación necesarios.

 

Síntomas del trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad (OCPD)

 

El trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad a menudo se caracteriza por los siguientes síntomas

• Preocupación excesiva por las reglas, listas, orden y detalles, donde el significado real de estas reglas ya no se observa.
• El perfeccionismo excesivo impide un trabajo eficiente. Debido a la constante revisión, las tareas a menudo no se completan.
• Se tiende a desconfiar del trabajo de los demás. Esto hace que la cooperación y la delegación de tareas sean muy difíciles o imposibles.
• En general, son personalidades muy inflexibles e intolerantes que a menudo no permiten opiniones y valoraciones diferentes a las suyas.
• Pensamiento frecuente en blanco y negro.

 

Trastorno evitativo de la personalidad

En el trastorno de personalidad evitativa, los enfermos están plagados de dudas constantes sobre sí mismos. Se perciben a sí mismos como incómodos e inferiores, lo que conduce a una inseguridad extrema. Como resultado, evitan todo contacto y situaciones en las que pueda haber riesgo de ser criticados. Por lo tanto, solo quedan, participan en actividades o aceptan ofertas laborales si pueden estar seguros de que recibirán afecto, reconocimiento y elogios. Al final, esto los lleva a vivir en aislamiento social, a pesar de que les gustaría tener contacto.

 

Síntomas del trastorno de personalidad evitativa

 

Los siguientes síntomas son típicos del trastorno de personalidad evitativo (ansioso)

• Baja autoestima.
• Percibirse a sí mismos como inadecuados, torpes e inferiores a los demás.
• Sensibilidad extrema a la crítica o al juicio negativo.
• Anhela la interacción social, pero la evita debido al miedo excesivo a posibles críticas.
• Fuerte renuncia a interactuar con grupos desconocidos, personas y nuevas situaciones debido al miedo a hacer el ridículo.
• Reticencia incluso dentro de una relación íntima de pareja.
• Las oportunidades de promoción laboral o las nuevas relaciones románticas también se descartan por temor a un posible rechazo o crítica.

 

Trastorno histriónico (asertivo) de la personalidad

“Fuerte impulso de reconocimiento” es la característica prominente del trastorno histriónico de la personalidad. Las personas con este rasgo de personalidad tienen una necesidad constante de ser el centro de atención. Con este fin, a menudo se visten, usan maquillaje y / o se comportan de una manera particularmente llamativa e inapropiadamente exagerada, provocativa y / o extremadamente seductora. Como “reyes del drama”, aprovechan cada oportunidad para ser el centro de atención, incluso magnificando teatralmente los acontecimientos más insignificantes.

 

Síntomas del trastorno histriónico (asertivo) de la personalidad

 

• Fuerte impulso de afirmarse.
• Comportamiento emocional exagerado hacia el mundo exterior.
• Tendencia fuertemente egocéntrica o egoísta.
• Mundo emocional exteriormente expresivo, pero intrínsecamente superficial y a menudo errático.
• Fácilmente influenciable.
• Autopresentación visualmente provocativa o fuertemente seductora.
• Muy distante.
• Problemas para formar relaciones profundas y a largo plazo.

 

Trastorno de personalidad pasivo-agresivo (negativista)

El trastorno de personalidad pasivo-agresivo se manifiesta principalmente por una actitud general muy negativa y una resistencia pasiva a los deseos y necesidades de los demás, en especial a las figuras de autoridad. Las tareas que no se desean hacer, no se rechazan directamente, sino que se ignoran, se retrasan, se ralentizan o se “olvidan” de forma deliberada. Los afectados son extremadamente gruñones y a menudo se sienten maltratados, incomprendidos y culpan a los demás. Tanto en el entorno laboral como en el familiar y personal, esto a menudo conduce a peleas y tensiones extremas que no se pueden resolver.

 

Síntomas del trastorno de personalidad pasivo-agresivo (negativista)

 

• Quejas frecuentes de ser malinterpretado y tratado injustamente.
• Predominantemente de mal genio y pendenciero.
• Por lo general, se ven a sí mismos en el papel de víctima, muestran amargura y sienten envidia hacia todos los demás que supuestamente son más afortunados que ellos.
• Reaccionan ante las figuras de autoridad con críticas inapropiadas y desprecio.
• Usan deliberadamente el aturdimiento, el “olvido” o el trabajo extremadamente lento como una táctica dilatoria para evitar completar tareas.
• Se sienten ofendidos por las sugerencias de otros para mejorar los procesos de trabajo.

 

 

¿Cómo se desarrollan los trastornos de la personalidad?

Los trastornos de la personalidad normalmente se desarrollan en la primera infancia y la adolescencia, cuando la persona es joven y todavía depende en gran medida de la protección y el cuidado de sus padres o tutores. Por lo general, se desarrollan en estrecha relación con experiencias negativas y estresantes, como la separación y/o el divorcio de los padres, la muerte o la pérdida de un progenitor, la negligencia, los modelos rígidos a seguir, la violencia, el abuso sexual, el maltrato, la frialdad emocional, la humillación, etc., que causan miedo, fuerte inseguridad y conducen a cambios permanentes en las estructuras cerebrales.

Esto a su vez influye en la experiencia individual de los sentimientos, la imagen de uno mismo, la forma en que uno se relaciona con otras personas y también da forma a los patrones de comportamiento que ayudan a protegernos de las lesiones psicológicas recurrentes en las situaciones en cuestión.

Estos patrones de comportamiento, que son esenciales para la supervivencia, están en general profundamente anclados y a menudo se aplican inconscientemente cuando somos adultos. Aunque ya no nos resulten necesarios en esa etapa y suelan ser un obstáculo o nos causen problemas, no los podemos detener.

 

Trastornos de la personalidad: Afecciones comunes asociadas y secundarias

Los trastornos de la personalidad casi nunca ocurren de forma aislada, sino junto a otras enfermedades mentales, así como con otros rasgos de personalidad. Los trastornos frecuentes asociados, subyacentes o secundarios de los trastornos de la personalidad son, entre otros:

 

–Depresión

–Burnout

–Trastorno de ansiedad

–Trastorno de estrés postraumático (TEPT)

–Trastornos alimentarios

–Adicciones

–Trastorno obsesivo-compulsivo

–TDAH

 

¿Qué terapia ayuda con los trastornos de la personalidad?

Dado que los trastornos de la personalidad generalmente se desarrollan en la primera infancia y están profundamente arraigados, los afectados, a diferencia de otros trastornos mentales, a menudo los perciben como parte de su identidad. Por lo tanto, a menudo no reconocen la necesidad de tratamiento. No es raro que se acuda a una consulta médica por otras enfermedades relacionadas y secundarias, como la depresión o la adicción.

Sin embargo, los trastornos de la personalidad se pueden tratar de manera muy efectiva hoy en día. La medicina tradicional cuenta con diferentes métodos psicoterapéuticos, así como con el uso de medicamentos. Sin embargo, el tratamiento puede ser muy largo.

 

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