Author: Claudia M. Elsig, MD
El suicidio es una tragedia para las personas y para la familia y amigos que esta deja atrás. Resulta sorprendente que las estadísticas muestren que la depresión entre los adolescentes es cada vez más frecuente y que el suicidio entre los jóvenes va en aumento. Para hacer frente a esta alarmante tendencia y prevenir los suicidios, todo el mundo debe ser mucho más consciente de los riesgos y las señales de alarma.
En este blog se analiza el pensamiento suicida, cómo detectar las señales de alarma y qué se puede hacer para ayudar.
¿Qué es el pensamiento suicida?
El pensamiento suicida es la idea o el pensamiento de suicidarse. Es el término utilizado para describir la preocupación por la muerte y el suicidio. Las investigaciones demuestran que el pensamiento suicida se presenta de manera que «van y vienen»: la magnitud y las características de estos pensamientos fluctúan de manera drástica.1
Es importante destacar que no existe un perfil de «víctima de suicidio» ni un conjunto típico de «ideas suicidas», pero sí hay algunas señales de advertencia de las que se puede estar atento.
Qué señales de alarma podemos encontrar
Los suicidios se pueden prevenir, pero puede ser difícil detectar los pensamientos suicidas. Puede haber fluctuaciones muy marcadas en la intensidad y frecuencia de la ideación suicida en los individuos.
Sin embargo, hay varias señales de alarma a las que hay que prestar atención:
- Cambios en los hábitos alimentarios
- Cambios en los patrones de sueño
- Tristeza o retraimiento
- Niveles extremos de desesperanza y desesperación
- Aumento de la ansiedad
- Apático o cansado todo el tiempo
- Irascible, alterado o furioso
- Comportamiento temerario
- Cualquier otro cambio en el comportamiento normal o cambios de humor
- Hablar, investigar o escribir en un diario sobre la muerte y el suicidio.
- Hablar de sentirse una carga para los demás
- Signos de autolesión
- Regalar pertenencias
- Abandono de planes de futuro
Una revisión sistemática de la literatura basada en la evidencia concluyó que «una mayor cantidad de tiempo dedicado a las redes sociales en línea promueve el comportamiento de autolesión y el pensamiento suicida en adolescentes vulnerables». 2
¿Qué se puede hacer para prevenirlo?
Las señales de advertencia de los pensamientos suicidas son sutiles con frecuencia. En algunos casos, no hay ninguna señal de advertencia. El suicidio se puede prevenir, pero requiere estrategias a todos los niveles de la sociedad, desde las familias hasta las políticas educativas, sanitarias y sociales de los gobiernos.
Comunicación, escuchar y empatía
Abordar los estigmas sobre la salud mental es primordial.
Una mejor comunicación puede ayudar a acabar con los estigmas y generar debates abiertos sobre la salud mental. Esto es especialmente importante para los hombres jóvenes, a quienes puede resultarles difícil hablar de sus sentimientos.
El primer paso para cualquiera que se plantee el suicidio es hablar. Eso no será fácil para la mayoría de los individuos en este estado, por lo que es fundamental que las personas que les rodean (familia, amigos, compañeros, profesores) puedan detectar las señales de alarma del deterioro de la salud mental y entablar una conversación.
Incluso cuando un niño o joven no se comunica, hay que dejar espacio para escuchar. No esperes a que acudan a usted. Tenga en cuenta que a los chicos puede resultarles más difícil hablar de sus sentimientos. Los viajes en coche pueden proporcionar un espacio seguro para hablar: es privado y el hecho de no tener contacto visual directo puede facilitar que alguien hable, ya que lo encuentra menos conflictivo. Recuerde que cuando un joven tiene pensamientos suicidas, puede sentirse avergonzado o culpable.
Responda siempre con empatía. Si un joven llega a decir que se siente que quiere suicidarse, evite responder negativamente. Decir cosas como «no seas ridículo» o «no lo dices en serio» o «no tienes nada de qué preocuparte» solo hará que no se sientan escuchados. Este tipo de respuesta también impedirá que la persona siga abriéndose.
Responder con empatía podría ser algo así: “Debes estar sufriendo mucho para plantearte eso» o «parece que las cosas son muy difíciles para ti en este momento». Este tipo de afirmaciones muestran preocupación sin juzgar y es más probable que animen a la persona a hablar más libremente de sus sentimientos.
Enseñar a los chicos y jóvenes a ser vulnerables
En una encuesta reciente entre adolescentes estadounidenses sobre la igualdad de género, un tercio de los chicos afirmaron sentir que la sociedad espera que oculten sus sentimientos cuando están tristes o asustados.3
Una parte importante de la solución para atajar las tasas de suicidio entre los hombres jóvenes es enseñarles a sentirse cómodos con la vulnerabilidad y mostrarles cómo expresar las emociones con más libertad. Estamos ante un problema social. Es necesaria una reforma a gran escala de la educación y la sanidad para normalizar la expresión de los sentimientos durante la infancia y la adolescencia. Los padres y educadores también deben ser modelos de vulnerabilidad.
Como sociedad, debemos facilitar tiempo para conectar y permitir que los chicos y adolescentes hablen de sus sentimientos. Los entrenadores y monitores juveniles pueden desempeñar un valioso papel.
La Dra. Cara Natterson, pediatra y autora de Decoding Boys: New Science Behind the Subtle Art of Raising Sons (en español: Descifrando a los chicos: la nueva ciencia tras el sutil arte de educar a los hijos), afirma que, cuando los chicos lloran, el diálogo debe ser positivo. Recomienda decir algo como: «Cuando lloras, me demuestras que estás triste y eso me ayuda, porque de otro modo no sabría que algo te preocupa».3
Es fundamental replantear nuestra forma de hablar con los niños y los jóvenes. Debemos enseñar a los chicos que es aceptable ser vulnerable y que está bien llorar.
No ignore lo que diga la persona
Comentarios como «Ojalá estuviera muerto» o «Me voy a suicidar» no deben considerarse un drama adolescente; estas afirmaciones siempre deben tomarse en serio.
Elimine los medios
La impulsividad desempeña un papel más importante en los intentos de suicidio de los jóvenes. Intente retirar cualquier arma, pistola, medicamento, pesticida u otro objeto potencialmente dañino.
Obtener ayuda profesional
Facilitar el acceso a la intervención clínica es clave. Si sospecha que su hijo podría suicidarse, llévelo inmediatamente al servicio de urgencias del hospital. Si está seguro de que no existe un riesgo inmediato, acuda a su médico, psiquiatra o pediatra. Tenga siempre en cuenta que no todas las personas que están pensando en suicidarse mostrarán los típicos signos de alarma. A veces, las señales serán increíblemente sutiles. Corresponde a los padres y educadores informarse sobre las señales a las que deben estar atentos.
Hay muchas ONG y líneas de ayuda para la prevención del suicidio que ofrecen apoyo. Suicide Stop, una organización internacional de prevención del suicidio, comparte una extensa lista de países y sus líneas de ayuda a las personas con pensamientos suicidas aquí. (Incluye los países hispanohablantes)
Tratamiento en CALDA
El tratamiento de los pensamientos suicidas debe estar en manos de especialistas. En CALDA proporcionamos un espacio seguro de sanación a las personas que han pensado en quitarse la vida. Nuestro equipo de expertos desarrolla una estrategia de tratamiento personal y creativa para cada cliente, que se basa en todas las fórmulas probadas de la medicina integrativa.
Junto con diagnósticos psiquiátricos detallados, realizamos un exhaustivo análisis clínico-químico y un análisis genético específico para determinar el estado y el perfil de riesgo personal. Gracias a estos diagnósticos exhaustivos, podemos adaptar nuestros programas a cada persona. Tratamos las causas, no los síntomas. Siempre que es posible, trabajamos sin utilizar fármacos psiquiátricos.
A través de nuestros programas terapéuticos holísticos, trabajamos para sanar traumas pasados, liberar tensiones internas y fomentar habilidades socioemocionales para la vida, de modo que la persona pueda vivir con normalidad y volver a disfrutar de la vida.
CALDA es una clínica altamente privada, en la cual solo paga el cliente. Ofrecemos la máxima discreción y dedicamos todo nuestro equipo a tratar a un cliente cada vez.
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Referencias/fuentes:
- Harmer B, et al. 18May2022. Suicidal Ideation. StatPearls [Internet].
- Memon AM, et al. Oct-Dec2018. The role of online social networking on deliberate self-harm and suicidality in adolescents: A systematized review of literature. Indian J Psychiatry. Oct-Dec2018;60(4):384-392.
- Pearson C. 4Mar2021. How To Raise Boys Who Aren’t Afraid To Be Vulnerable. Published by Huffingtonpost.co.uk [Accessed online 11Nov2022]