Author: Claudia M. Elsig, MD
La formación de un vínculo materno sano con el niño es uno de los procesos psicológicos más importante para la madre en el periodo posparto y el primer año de vida del niño. Este vínculo es muy importante tanto para la madre como para el niño.
Existen investigaciones que demuestran que la depresión posparto (DPP) crea un entorno que no favorece el desarrollo personal de las madres ni el desarrollo óptimo del niño.1 Puede llegar tener consecuencias graves y duraderas, y se cada vez se percibe más como un problema importante de salud pública.2
Estos estudios demuestran que los niños que crecen con teniendo un fuerte vínculo materno tienen más probabilidades de tener mejores aptitudes físicas, cognitivas y psicosociales en la edad adulta.3 Por lo tanto, es de vital importancia fomentar una buena relación materno-filial durante el tratamiento terapéutico de la DPP.
¿Qué es la depresión posparto?
La depresión posparto es un tipo de depresión que pueden padecer las madres después de tener un bebé. Afecta a entre el 10 y el 20% de las madres.
Los síntomas son desánimo, llanto sin motivo, ansiedad, sentimientos de insuficiencia y culpabilidad, dificultad para concentrarse y fatiga. Las madres con depresión posparto muestran una falta general de disfrute y pérdida de interés por el mundo en general.
Los síntomas físicos pueden incluir dolores de cabeza y taquicardia. Suele haber cambios en el apetito (desinterés por la comida o comer en exceso) y falta de interés por el sexo. También pueden aparecer otras comorbilidades, como comportamientos compulsivos, véase la limpieza excesiva, por ejemplo.
La falta de sentimientos hacia el bebé es lo más preocupante. Y las madres pueden incluso llegar tener pensamientos alarmantes, por ejemplo, sobre hacer daño a su bebé.
Entonces, ¿por qué algunas madres sufren DPP y otras no? Las causas son complejas y hay muchos factores que contribuyen, como los cambios abruptos en los niveles hormonales de estrógenos y progesterona. Otros factores son la satisfacción con el parto, el riesgo socioeconómico y psicosocial, el aislamiento social, los niveles de estrés, el insomnio, la dieta, el estado ortomolecular y el cese de la lactancia.
Algunas mujeres tienen mayor riesgo. Por ejemplo, las mujeres que sufren depresión durante el embarazo tienden a tener un mayor riesgo de depresión después del parto. Hay presiones culturales, como los diferentes puntos de vista sobre la salud mental y la estigmatización, que pueden exacerbar el sentimiento de ansiedad.
También es posible que una madre desarrolle Trastorno de estrés postraumático (TEPT) si ha sufrido una experiencia traumática en el parto. Y un pequeño número de mujeres (menos del 1%) desarrollan un trastorno más grave, conocido como psicosis posparto, que es extremadamente grave y requiere atención médica inmediata.
¿Qué diferencia hay entre la tristeza posparto y la depresión posnatal?
Es normal que las madres se sientan abrumadas durante los primeros días y semanas después del parto, mientras se adaptan a las nuevas exigencias y a unos patrones de sueño diferentes. La expresión «tristeza posparto» (también conocido como baby blues) se utiliza para describir un breve periodo de bajo estado de ánimo, emotividad y llanto que se produce entre tres y diez días después del parto. Suele durar solo unos días, pero a veces los síntomas pueden fluctuar durante varias semanas. La tristeza posparto es muy común: hasta el 80% de las mujeres que han dado a luz la padecen.
La mayor diferencia entre la melancolía posparto y la depresión posparto es que la primera es transitoria, de corta duración y, por lo general, controlable. Lo que importa es que en el primer caso la madre mantiene el vínculo con su hijo.
La depresión posparto, en cambio, es mucho más profunda y duradera. Suele aparecer entre 3 y 6 semanas después del nacimiento del bebé, pero puede aparecer en cualquier momento del primer año. Los estudios apuntan a que los episodios depresivos son significativamente más frecuentes en los tres primeros meses tras el parto.4 La DPP deteriora la relación de la madre con su bebé.
¿Cómo afecta la DPP a la relación entre la madre y el lactante?
El comienzo de la vida de un bebé es un momento crítico para el desarrollo del apego con su madre. Las interacciones en los 3 primeros meses son vitales para el desarrollo de una relación sana.5
La depresión posparto es un trastorno grave en el que la respuesta cerebral y el comportamiento de la madre se ven comprometidos.6 Así, por ejemplo, las madres deprimidas tienden a ser más lentas a la hora de responder al estrés del bebé o a otras señales sociales. Por ejemplo, las madres deprimidas tienden a ser más lentas a la hora de responder al estrés del bebé o a otras señales sociales. También le hablan con menos frecuencia a su hijo y participan menos en actividades conjuntas o de imitación. A las madres con TLP (trastorno límite de la personalidad) les resulta más difícil estimular y ofrecer afecto y tienen menos interacción cara a cara con su bebé.
El cuidado del niño se vuelve mecánico y la interacción social con él, mínima. Si se prolonga, esto supone riesgos extremos para el desarrollo del niño. Cuando una madre está ausente, es imprevisible o es insensible, el bebé puede desarrollar problemas de confianza y sentirse rechazado. Esta experiencia en los primeros años de vida provoca trastornos del apego y problemas de comportamiento más adelante.
Existen investigaciones que demuestran que la depresión materna se asocia a una serie de dificultades en los lactantes y niños pequeños, como «desregulación emocional, menor tolerancia a la frustración, comportamiento inesperado, inestabilidad emocional y menor afecto positivo y capacidad de autocalmarse».
«Los bebés de madres deprimidas tienen una actividad electroencefalográfica (EEG) que demuestra más afecto negativo y llanto, mayor reactividad y menor capacidad para regular la excitación».7
Esto tiene importantes consecuencias para la atención, la concentración y, en última instancia, el aprendizaje del niño. Se ha observado que los bebés de madres con depresión posparto obtienen peores resultados en tareas cognitivas, incluso a los dos meses de edad.8
Para las madres, la depresión posparto tiene un gran impacto. Pueden sentirse avergonzadas y culpables y apartarse de la vida cotidiana. Esto repercute en la familia, los amigos y todo su entorno.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento de la depresión posparto?
Es importante recordar que la depresión se puede tratar. Pero si no se trata, puede empeorar. En casos extremos, puede llevar a pensamientos suicidas o incluso al suicidio cuando la madre siente que no hay salida. Detectar y tratar a tiempo la depresión posparto ayudará a evitar consecuencias perjudiciales.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento? La medicina convencional puede incluir psicoterapia, ayuda y alivio en la vida cotidiana, así como el uso de fármacos psiquiátricos. Sin embargo, para muchas madres, el uso de medicamentos puede ser problemático para la lactancia porque los principios activos pueden pasar a la leche materna.
Una revisión bibliográfica realizada en 2010 apoya la aplicación de intervenciones psicoterapéuticas integrales dirigidas al funcionamiento del lactante, la madre y la relación madre-hijo.7
La ayuda terapéutica es esencial.
Si usted es madre y padece DPP, lo primero que debe hacer es reconocer la enfermedad y ser comprensiva con usted misma. No se castigue si no puede hacer algo que había planeado hacer. Lleve un diario de su estado de ánimo si no está segura. Los pequeños detalles pueden marcar una gran diferencia, así que intente ducharse y vestirse, aunque no vaya a salir de casa. El apoyo entre iguales también puede ser útil: ¿quizá alguna de las madres de su grupo prenatal se siente igual? Si puede, póngase en contacto con un grupo de apoyo.
Una madre que no puede desarrollar sentimientos por su hijo suele considerarse tabú. Es muy importante obtener ayuda práctica de amigos y familiares, pero, sobre todo, buscar ayuda terapéutica.
Tratamiento en la Clínica CALDA
El tratamiento en la Clínica CALDA tiene por objeto descubrir y corregir las causas de la depresión y ayuda a las mujeres a desarrollar un vínculo con su bebé. Siempre que sea posible, se desarrollan programas terapéuticos individualizados sin el uso de fármacos psiquiátricos.
El programa de tratamiento de la depresión posparto de CALDA utiliza una terapia de precisión altamente eficaz para tratar todos los niveles del organismo. Un elemento central del programa es el proceso de vinculación entre la madre y el bebé. Escuchamos, tratamos los desequilibrios, tratamos las causas y ayudamos a las madres a volver a disfrutar del tiempo con su bebé.
Nuestros clientes se alojan en lujosas residencias óptimamente preparadas para las necesidades especiales de las madres con hijos. Durante toda la estancia, una enfermera pediátrica especialmente formada cuida y atiende con cariño a los niños, lo que permite a las madres participar en el programa terapéutico sabiendo que su bebé está cerca y en buenas manos.
Nuestros clientes pagan ellos mismos, lo que constituye la base para permitir una discreción y privacidad absolutas. Si desea más información sobre nuestro programa de depresión posparto, póngase en contacto con nosotros.
Referencias/fuentes:
- Slomian J, Honvo G, Patrick E, et al. 29Apr2019, Consequences of maternal postpartum depression: A systematic review of maternal and infant outcomes
- Che Wan Jasimah Bt Wan Mohamed Radzi et al. 27Jan2021,Postpartum depression symptoms in survey-based research: a structural equation analysis
- Lutkiewicz K, et al. 17Aug2020 Maternal–Infant Bonding and Its Relationships with Maternal Depressive Symptoms, Stress and Anxiety in the Early Postpartum Period in a Polish Sample
- Fitelson E, et al. 30Dec2010, Treatment of postpartum depression: clinical, psychological and pharmacological options
- Ephraim H, 2017, The impact of postpartum depression on the mother-child relationship
- Mughal S, et al. 2Jul2021, Postpartum Depression
- Spring Thompson K, & Fox J E, Dec2010, Post‐partum depression: a comprehensive approach to evaluation and treatment
- Whiffen V E, & Gotlib IH, Aug1989, Infants of postpartum depressed mothers: temperament and cognitive status