El daño causado por la violencia durante los primeros años de vida

The damage caused by psychological violence in the early years - CALDA Clinic
Author: Claudia M. Elsig, MD

Cuando pensamos en los abusos, solemos dar por hecho automáticamente que se trata de daños físicos, como abusos sexuales o golpes, puñetazos, patadas, bofetadas, etc. Rara vez oímos la palabra abuso y pensamos que no se trata de un daño físico. Pero el maltrato también suele ser emocional o psicológico y es tan, o incluso más, dañino que el físico.

En su libro El acoso moral, la Doctora Marie-France Hirigoyen, psiquiatra y psicoanalista, explica que aunque todo ese abuso emocional no es tan evidente como el abuso físico, es igual de violento y está más extendido.1 También es más probable que pase desapercibida, porque, según Hirigoyen, «la sociedad hace la vista gorda ante esta forma encubierta de violencia», la cual ella compara con «prácticamente un asesinato del alma».

El maltrato psicológico puede ser más difícil de detectar: no hay cortes, moratones ni marcas físicas que demuestren que hubo maltrato, pero el daño causado por la violencia psicológica es profundo.

Vamos a analizar el impacto de la violencia psicológica en los jóvenes. ¿En qué se convierte el adulto cuando sufre abusos emocionales y traumas en la infancia? ¿Qué daños se producen?

¿Qué es la violencia psicológica?

La violencia psicológica implica palabras y acciones no físicas utilizadas con el propósito deliberado de manipular, herir, debilitar o atemorizar mental y emocionalmente a una persona. Este abuso incluye la intención de distorsionar, confundir o influir en los pensamientos y sentimientos de una persona en detrimento de su bienestar.

Hay muchas acciones que pueden considerarse psicológicamente violentas. Entre ellas se incluyen criticar constantemente, las amenazas o el rechazo, así como la negación de amor, apoyo u orientación. También, el maltratador puede intentar deliberadamente asustar, humillar, aislar o ignorar a un niño. Puede ponerle motes, reírse de él, echarle la culpa de todo, gritarle o incluso obligarle a realizar actos degradantes.

No permitirle a un niño tener amigos, controlarlo, presionarlo demasiado o no fomentar su desarrollo también son formas de maltrato emocional.

Hay muchas formas en que los adultos maltratan psicológicamente a los niños. Algunos actos emocionalmente abusivos son evidentes y crueles, mientras que otros son mucho más sutiles. Invadir la intimidad de un niño o adolescente, por ejemplo, es abuso emocional.

Las consecuencias de la violencia psicológica a largo plazo

Los avances en neurociencia, biología molecular, genómica, psicología del desarrollo, epidemiología, sociología y economía están cambiando nuestra comprensión de la salud y la enfermedad a lo largo de la vida. Las investigaciones sobre los efectos a lo largo de toda la vida de las adversidades y el estrés tóxico en la primera infancia demuestran que las experiencias tempranas pueden dejar una huella duradera en la estructura cerebral y la salud a largo plazo.2

La violencia psicológica hacia un niño daña su desarrollo emocional y su autoestima. Estos malos tratos en la infancia tienen consecuencias físicas, psicológicas y conductuales. También tiene costes para la sociedad en su conjunto. Cuanto más dañados estamos, más disfuncionales nos volvemos.

Problemas psicológicos

Los malos tratos sufridos en la infancia pueden tener graves efectos a largo plazo en la salud y el desarrollo social, emocional y físico. Pueden provocar problemas de ira, dificultad para expresar o controlar las emociones, mayor riesgo de depresión, ansiedad y problemas de salud, y dificultad para mantener relaciones sanas.

Los malos tratos en la infancia también son un factor de riesgo importante para el desarrollo del trastorno de estrés postraumático. Algunos síntomas del TEPT son ataques de ira, facilidad para sobresaltarse, pensamientos negativos, pesadillas, insomnio, escenas retrospectivas y síntomas físicos como dificultad para respirar o taquicardia.

Trastorno de apego

Cuando los niños sufren abusos, pueden mostrar formas distorsionadas de apego y patrones anómalos de respuesta emocional. Esto afecta a la forma en que el niño, y el posterior adulto, interactúan con los demás. Una experiencia de este tipo en la infancia puede impedir el desarrollo de las conexiones neuronales para el lenguaje y las funciones cognitivas superiores.3

Este apego inseguro deteriora la regulación emocional, fomenta una visión negativa de uno mismo e interfiere en el funcionamiento social y en la capacidad de establecer vínculos íntimos con los adultos.4

Consecuencias para el comportamiento

Las investigaciones sobre las consecuencias conductuales del maltrato infantil han identificado «problemas continuos de regulación emocional, autopercepción, habilidades sociales y motivación académica, así como graves problemas de aprendizaje y adaptación, incluido el fracaso escolar, la depresión grave, el comportamiento agresivo, las dificultades con los compañeros, el abuso de sustancias y la delincuencia».3

Los comportamientos anómalos de los adultos que sufrieron abusos emocionales en la infancia pueden incluir ser demasiado pegajosos con los amigos y la pareja, comportarse deliberadamente de forma que caigan mal a la gente, no preocuparse por lo que les ocurre o asumir riesgos, como el consumo de sustancias. Los traumas infantiles se han relacionado con varios resultados negativos en etapas posteriores de la vida, incluida la dependencia del alcohol.5

Las víctimas de maltrato también tienen más probabilidades de desarrollar trastornos alimentarios, autolesiones y/o pensamientos suicidas. Existen investigaciones que demuestran que el maltrato infantil emocional tiene una fuerte relación psicopatológica comórbida con los trastornos alimentarios, entre ellos la anorexia nerviosa.6

El efecto en la salud física

Según estudios recientes, también hay motivos para preocuparse por los efectos adversos menos visibles en la salud física del niño durante décadas.2 El estudio de los efectos perjudiciales del estrés tóxico en la infancia brinda información interesante sobre los mecanismos causales que vinculan las adversidades tempranas con las alteraciones posteriores del aprendizaje, el comportamiento y el bienestar físico y mental. Las investigaciones sugieren que muchas enfermedades de la edad adulta están asociadas a trastornos del desarrollo que comienzan en los primeros años de vida.

La naturaleza engañosa del maltrato emocional

Un proyecto europeo de investigación sobre maltrato psicológico de la organización benéfica británica SafeLives encuestó a más de 600 profesionales y 400 supervivientes de maltrato psicológico.7 Los supervivientes afirmaron que la «violencia psicológica» es muy difícil de reconocer como maltrato. Describieron su «naturaleza sigilosa», y muchos dijeron que sentían tener la necesidad de estar “andando de puntillas” todo el tiempo.

El 90% de los especialistas que respondieron a la encuesta afirmaron que la violencia psicológica suele intercalarse con la calidez y la amabilidad para crear confusión emocional.

Tratamiento en CALDA

Los traumas profundamente arraigados, tales como el abuso emocional sufrido en la infancia, requieren un proceso de rehabilitación intensivo. En casi todos los casos de abuso emocional existen sentimientos de vergüenza y culpa, que dificultan enormemente la apertura de la persona.

En la Clínica CALDA, ayudamos a los clientes a quitarse la máscara con la que se han estado protegiendo mediante un programa terapéutico profesional y personalizado de psiquiatría, psicoterapia y medicina ortomolecular.

Nuestro enfoque holístico e interdisciplinar indaga en las causas subyacentes del estrés crónico de nuestros pacientes. Ofrecemos un entorno seguro y terapéutico para la recuperación mental y nuestro ambiente privado de lujo favorece los más altos niveles de discreción.

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