Medicamentos psicotrópicos
En la administración de medicamentos evitamos los medicamentos psicotrópicas tanto como sea posible. Si ya se están tomando medicamentos, analizamos sus interacciones y riesgos, simplificamos el consumo y reducimos, cuando sea apropiado, su cantidad y dosificación. Se ha probado que elementos de la medicina integrativa son una alternativa.
Hipnosis clínica
La hipnosis clínica como medida psicoterapéutica no tiene nada en común con la hipnosis de los espectáculos. Por medio de la hipnosis clínica moderna después de Milton Erickson, es posible inducir un estado alterado de la consciencia llamado trance. Éste permite acceder a la intuición y al subconsciente y por esta razón puede también llamarse terapia emocional.
La hipnosis clínica hace referencia a los recursos mentales y espirituales del ser humano. La atención del cliente es alejada de la vida diaria y llevada hacia el propio interior. A través de esto aparece una variedad de fenómenos característicos como el enfoque de la atención, cambios en la percepción del cuerpo, lógica en trance, una mejorada visualización de la imaginación, una percepción del tiempo distorsionada, mayor emocionalidad, mejoramiento de procesos disociativos, un aumento de la sugestividad y una disminución del nivel de activación simpática.
La eficiencia de la hipnosis no depende de qué tan profundo sea el trance. A través de la activación de procesos de búsqueda creativa es posible resolver bloqueos de forma selectiva y sostenible.
Terapias cognitivo-conductuales
La terapia cognitivo-conductual, que se remonta a Aaron Beck, se enfoca en el comportamiento observable del cliente y su actitud y creencias. En este caso el comportamiento deseado se logra mediante el cambio del comportamiento mal aprendido, es decir, el reaprendizaje de lo no aprendido.
La terapia cognitivo-conductual se basa en los conceptos de la teoría del aprendizaje y la psicología del pensamiento y los sentimientos. La autopercepción en forma de protocolos contribuye al diagnóstico conductual integral, del cual se derivan modelos orientados a crear soluciones. Entre los métodos más comunes de terapia conductual se encuentran los juegos de rol y las tareas. Estos funcionan como métodos de autoevaluación y recolección de información, para probar nuevas posibilidades, mantener el progreso y para la transición a la vida diaria. La terapia cognitivo-conductual es consecuente con el presente, está orientada a lograr objetivos y es estructurada e interactiva.
Dependiendo de la situación, en el proceso psicoterapéutico se pueden incluir sesiones de manejo del estrés, de entrenamiento de comunicación y competencias, entrenamiento de la atención, psicoeducación , sesiones de pareja y de familia.
La terapia dialéctica conductual (TDC) fue desarrollada por Marsha M. Linehan a partir de la terapia cognitivo-conductual y es aplicada específicamente en personas con trastorno límite de personalidad.
Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR)
El EMDR es un método de psicoterapia desarrollado por Francine Shapiro para tatar traumas. Es el método terapéutico con la de efectividad en el tratamiento de trastornos de estrés postraumático (TEPT). Este incluso permite el tratamiento de enfermedades complejas relacionas con el trauma. En los últimos años el rango ha sido ampliado para incluir el miedo, la depresión, la adicción y el dolor.
El EMDR se basa en la idea de que el estrés psicológico disminuye cuando ambos hemisferios del cerebro son estimulados de forma alternada, mientras el cliente piensa en el evento traumatizante. De este modo, la información es procesada a una mayor velocidad y sucede una restructuración cognitiva. Los investigadores del sueño afirman que los mismos mecanismos son estimulados por la estimulación bilateral en el estado despierto y en el procesamiento de información durante el sueño. Al realizar una estimulación bilateral se induce una reacción relajante.
En una charla preliminar se identifican los principales acontecimientos traumáticos y las autoafirmaciones negativas más graves.
Terapia Enactiva
La Terapia Enactiva para el manejo del trauma fue desarrollada por PhD. Ellert R.S. Nijenhuis para el tratamiento de la disociación de la personalidad relacionada con el trauma.
El enactivismo asume que los organismos están entrenados físicamente e intensamente relacionados con su entorno. Para ser más precisos: su cerebro, su cuerpo y su entorno se constituyen y se relacionan entre sí, son interdependientes y siempre actúan juntos. En constante interacción, emergen un yo, un mundo y un yo como parte de este mundo.
Los individuos que han sufrido traumas también son vistos como un sistema organismo-entorno. Como resultado de su dificultad para integrar los recuerdos dolorosos, se desarrolla en ellos una organización disociativa de la personalidad con el fin de asegurar la supervivencia. Esto conlleva a una división en al menos dos partes disociadas de la personalidad. Los trastornos disociativos más graves ocurren con mayor frecuencia en los primeros seis años de vida. La disociación es la causa subyacente de muchos síntomas relacionados con el trauma, por ejemplo: inundación emocional asociada a recuerdos del trauma, comportamientos de evasión o conductas autolesivas. La integración de las partes traumatizadas de la personalidad en la personalidad general de las personas con traumas complejos y trastornos disociativos requiere un enfoque regulado y gradual dentro de una relación terapéutica segura.
De esta forma se crea una interacción similar a un baile. La terapia del trauma con énfasis en la disociación estructural se basa en gran medida en la verdad subjetiva de los afectados. Enfrentarse a una personalidad dividida requiere de una comunicación, coordinación y cooperación intensivas entre las diferentes partes de la personalidad, así como de una comunicación efectiva de las partes con el terapeuta.