Cómo el movimiento #MeToo destapó el mundo oculto del abuso narcisista

How #MeToo exposed the hidden world of narcissistic abuse - CALDA Clinic
Author: Claudia M. Elsig, MD

En 2017, el #MeToo despertó al mundo.

Un simple hashtag abrió la caja de Pandora de las historias de abuso sexual y emocional y arrojó luz sobre un rincón oscuro del que poco se sabía. El #MeToo, que se traduciría por “Yo también”, dio voz a miles de supervivientes de abusos y sacó a debate público los numerosos problemas de los abusos.

La era del #MeToo marca un momento verdaderamente crucial en la historia.

Este blog explora cómo el #MeToo ha expuesto un mundo, que antes era intocable, de comportamiento narcisista entre los ricos y poderosos.

Cómo empezó el #MeToo

El #MeToo se hizo viral en las redes sociales el 15 de octubre de 2017, cuando la actriz Alyssa Milano tuiteó para animar a las mujeres (y a los hombres) que habían sufrido abusos sexuales a compartir sus experiencias junto con el hashtag #MeToo. Su objetivo era demostrar la prevalencia del acoso sexual.

Y funcionó. En cuestión de semanas, el #MeToo fue retuiteado 23 millones de veces en 85 países.

El juego ya estaba en marcha. Harvey Weinstein, el magnate de Hollywood y reconocido depredador sexual, no fue el primero en ser expuesto, pero su caso fue quizás el que más impactó al mundo, será recordado y aún sigue impulsando el movimiento #MeToo. Treinta y cinco meses después de que el #MeToo se hiciera viral, Harvey Weinstein fue el primer hombre de alto perfil en ser castigado legalmente por sus acciones gracias a ese movimiento.

El fiscal del distrito de Manhattan, Cyrus Vance, rechazó presentar cargos contra Weinstein durante años, a pesar de que hubiera cada vez más pruebas de la mala conducta del productor. Pero el #MeToo aumentó la presión.

Posteriormente, Weinstein fue declarado culpable de dos delitos sexuales, incluida una violación en tercer grado, y condenado a 23 años de prisión. Este caso emblemático sirvió de advertencia sobre las consecuencias potenciales del comportamiento ilegal, poco ético y abusivo, especialmente para los ricos y poderosos que antes eran intocables.

El movimiento «me too» comenzó en realidad mucho antes del famoso tuit. Este fue originado por la activista Tarana Burke en 2006.1 Como trabajadora juvenil, Burke se encontró con una chica que compartió su historia de violencia y abuso sexual. Poco después escuchó a docenas más.

Como superviviente de abusos sexuales, Burke se identificó con estas experiencias. Comprendió que muchas niñas de comunidades marginadas sufrían y sobrevivían a los abusos sin tener acceso a los recursos, los espacios seguros y el apoyo que necesitaban para recuperarse. Inspirada por estos casos, se puso a trabajar en la creación de una comunidad de defensores decididos a interrumpir la violencia sexual y ayudar a las víctimas.

El #MeToo hizo que ese movimiento pasara de ser activismo local a una organización mundial.

¿Cómo ha desenmascarado el #MeToo el narcisismo?

En pocas palabras, el movimiento #MeToo empoderó a las mujeres y les dio el valor alzar la voz. El caso Weinstein les dio el coraje a otras para compartir sus experiencias. Las historias de relaciones abusivas con hombres de alto perfil en posiciones de poder explotaron en las redes sociales.

El #MeToo ha provocado una reducción de la aceptación social de estos comportamientos atroces, opresivos y dominantes. El mundo del narcisismo, antes intocable, ahora está expuesto.

La avalancha de disculpas por parte de los perpetradores a medida que los detalles de los abusos se hacían públicos solo sirvió para reafirmar que el narcisismo está muy extendido. Un periodista escribió: «Que estos hombres tuvieran tanto derecho que pensaran que podían comportarse como quisieran siempre fue el problema. Estas disculpas son autoindulgentes, y todo gira en torno al agresor, no a las víctimas».2

Así pues, ¿qué es el narcisismo y por qué lo ha expuesto el #MeToo?

Cuando entiendas el narcisismo, entenderás también por qué es tan difícil que la gente hable en contra de él.

Sam Vaknin, profesor de psicología, experto en narcisismo y autor de Malignant Self Love: Narcissism Revisited (En español, “Amor propio maligno: El narcisismo revisitado”), describe a los narcisistas como «manipuladores, explotadores, peligrosos, sutiles y perniciosos».3 Los narcisistas son dominantes, dictatoriales, despectivos, indiferentes. Abusan emocionalmente y, en algunos casos, también sexualmente.

Este comportamiento no es evidente al principio de la relación. Vaknin nos recuerda que los narcisistas no son asesinos sanguinarios y pueden parecer exteriormente personas completamente normales, especialmente en los primeros días de una relación.

Sin embargo, como señala Vaknin, una afirmación persistente de las víctimas del abuso narcisista es que pierden todo el sentido de sí mismas. «Pierden el control voluntario de sus acciones y decisiones». El narcisista comienza con el lavado de cerebro y el grooming (una técnica de engaño perpetrada por pederastas y depredadores sexuales) o, como lo describe Vaknin, el «bombardeo de amor».4 Luego «el narcisista engendra en su víctima un estado disociativo, parecido a un trance hipnótico».

Según Vaknin, las víctimas del maltrato narcisista presentan un cuadro clínico sustancialmente diferente al de las víctimas de otros tipos de maltrato más precisos y orientados a objetivos. «Están más deprimidas y ansiosas, desorientadas, agresivas (reactancia desafiante), disociativas y atrapadas o desesperadas».

Con esta comprensión, es fácil ver cómo las víctimas del abuso narcisista se vuelven incapaces de denunciar el abuso, o de luchar o huir.

Las barreras para dejar una relación narcisista

Hay muchas barreras que se interponen en el camino de una víctima para dejar una relación abusiva, ya sean amenazas psicológicas, emocionales, financieras o físicas. La persona puede tener miedo, sentirse aislada e incluso desgastada por el abuso. También puede sentirse avergonzada o emocionalmente inestable. A lo largo de un periodo, las víctimas de abuso narcisista sufren síntomas cognitivos, conductuales y emocionales. No pueden evaluar su propia situación y pueden incluso sentirse confusas.

Un narcisista es un experto en romper la confianza y la autoestima. En su libro, Stalking the Soul (Acosando al Alma), la Dra. Marie France Hirigoyen, habla de la erosión de la identidad que sufren las víctimas a causa del abuso emocional. Equiparando el maltrato emocional al físico, Hirigoyen lo describe como un «asesinato virtual del alma».5

Liberarse de un control tan vicioso puede parecer casi imposible, y es especialmente difícil para quienes tienen un perfil alto y un aspecto público en su vida.

¿Por qué el narcisismo es tan frecuente en los círculos de riqueza y poder?

Varios estudios demuestran que la riqueza y la clase social alta se asocian a un mayor sentimiento de tener derecho a hacer lo que deseen y al narcisismo.6

Tras años de investigación, el psicólogo Paul K. Piff, doctorado en la Universidad de Berkeley y actual profesor adjunto de Psicología y Comportamiento Social en la Universidad de California en Irvine, estableció una relación directa entre la clase social y aspectos profundos de la personalidad.

Piff y sus compañeros estudiaron los efectos de la riqueza en el comportamiento social.7 Sus conclusiones muestran que las personas ricas de clase social alta son más propensas a comportarse de forma poco ética y menos a donar a organizaciones benéficas. Pfiff explica: «Cuanto más dinero tienes, cuanto más alto es tu estatus, menos amenazante es el mundo para ti».

El narcisismo y el sentimiento de tener derecho a tener ciertos comportamientos son más frecuentes en las personas de alto nivel socioeconómico.

#MeToo y el abuso narcisista

Las estadísticas relativas a las víctimas de abuso narcisista están bastante por debajo del número real. El hecho es que las personas no denuncian el abuso emocional con la misma frecuencia que el abuso físico, y las personas que sufren abuso mental suelen culparse a sí mismas.

El #MeToo está haciendo ruido, un ruido que nunca había sonado tan fuerte. El movimiento ofrece esperanza y un sentido de solidaridad a las víctimas de abusos y ha dado nuevo crédito a la idea de que el cambio es posible.

Cómo obtener ayuda

No importa el tiempo que lleves en una relación con un narcisista. Ya sea un jefe, un amigo o tu pareja, el primer paso es reconocer que hay un problema y que tú no tienes la culpa.

Obtener la ayuda adecuada es el siguiente paso, empezando por un plan de salida. Es fundamental que te distancies de tu agresor y crees un espacio para hacer el trabajo de recuperación. Busca la ayuda de amigos y familiares de confianza para que te apoyen mientras lo haces.

Acudir a terapia es aconsejable, ya que te ayudará a procesar lo sucedido y a recuperarte del trauma. Se recomienda que elijas una clínica o un terapeuta con experiencia en el tratamiento de víctimas de abuso narcisista, puesto que el trauma es profundo y complejo.

La Clínica CALDA

La Clínica CALDA es una institución privada suiza especializada en programas de rehabilitación para VIPs, UHNWIs (personas de alto nivel adquisitivo, por sus siglas en inglés) y figuras prominentes que han sufrido abuso narcisista y otros problemas de salud mental. El concepto único de CALDA ofrece un apoyo individualizado de primera calidad, que incluye asesoramiento individual y psiquiatría de vanguardia administrada por un equipo altamente cualificado y una red de expertos.

Si desea saber más sobre el concepto CALDA, póngase en contacto con nosotros personalmente. La discreción absoluta es la máxima prioridad en CALDA. Todos los clientes de CALDA son pagan por su propia cuenta, sin depender de agentes externos, por lo que garantizamos el más absoluto secreto.

Fuentes de referencia

  1. Me too. website @2021
  2. Emma Jacobs, 18 Dec 2017, The Irish Times, The common thread of sexual harassers’ apologies is narcissism
  3. Sam Vaknin, YouTube, 21 Jan 2014, Narcissists, Psychopaths, Abuse
  4. Sam Vaknin, YouTube, 3 Oct 2020, Narcissist Entrains Co-dependent, Borderline: Brainwash, Regulate, Repeat
  5. Marie-France Hirigoyen, 1998, Stalking the Soul
  6. Paul K Piff, 20 Aug 2013, Wealth and the Inflated Self: Class, Entitlement, and Narcissism
  7. Paul K Piff, 1 Apr 2015, Are the Wealthy More Narcissistic?